La oración basada en el juramento conduce a la felicidad

Cuando entonamos un daimoku resonante, el sol se eleva en los corazones, nos llenamos de vitalidad y nace el amor compasivo;
la vida se ilumina de júbilo y la sabiduría brilla intensamente.
Todos los budas y las fuerzas protectoras del universo se ponen en acción a la vez.
“El budismo concede una importancia a la victoria y la derrota”. De igual modo, “la vida también consiste en ganar o perder”. En el daimoku se encuentra la base para concretar la victoria.

Cuando se dediquen firmemente a recitar daimoku, estarán envueltos en beneficios inconmensurables.
Aun si ahora mismo se encuentran en medio de grandes dificultades y adversidades, no teman nada, ya que la oración es el camino directo hacia la felicidad.

La esencia de la oración de la Ley Mística es un “gran juramento”. Es el poder espiritual que lo resiste todo.
Cuando nuestros corazones rebosan de oraciones, no queda espacio para ningún tipo de cobardía, resignación o queja.
La oración es tener fe en que “sin falta podremos lograr nuestros objetivos”. Es la convicción de “jamás seremos vencidos”, y el coraje supremo para superar la duda en uno mismo de que algo es imposible, y persistir con la inquebrantable determinación de “luchar y vencer pase lo que pase”.

Que sus oraciones reciban o no respuesta depende completamente de su propia fe.
Por lo tanto, lo importante es mantener resueltamente una fuerte oración con gran esperanza, sosteniendo metas concretas y emprendiendo acciones basadas en esa oración.

Somos los “corredores de la luz del sol”.
Mientras vencemos la oscuridad en tiempos turbulentos
e iluminamos nuestra sociedad,
¡relacionémonos activamente con las personas a nuestro alrededor! Expandamos el círculo de amistad y confianza en nuestras localidades, lugares de trabajo y tierra natal.
A mis queridos compañeros de fe, muchísimas gracias por sus grandes esfuerzos realizados este año. Por favor, cuídense y no se resfríen.
Juntos, con sabiduría, ánimo y alegría,
¡demos la bienvenida al Año Nuevo rebosante de esperanza!